El pasado 14 de abril la Plataforma por la Justicia Fiscal organizó un debate para abordar la relación entre la creciente precariedad que sufren especialmente los jóvenes y la falta de justicia fiscal.
Resumimos las ideas expuestas por las personas participantes de este debate moderado por Elena Ruiz, presidenta del Consejo de la Juventud de España:
César Rendueles, sociólogo y filósofo, que señaló que hay una relación entre los mecanismos de legitimación de desigualdad social y la falta de justicia fiscal. Se nos ha vendido la sociedad como "un sistema de competencia individual como el mercado y eso tiene una enorme importancia en el tema de lo impuestos", señalaba. Además, Rendueles señaló que "nos han hecho creer que estamos en el tema de impuestos igual que las personas de rentas muy altas. Han conseguido las élites que pensemos que estamos en el mismo barco en materia fiscal. Tenemos que deshacer este entuerto". De hecho, denuncia el sociólogo, "hay un segmento de la población que sufre con más virulencia los impuestos, pero son el 20% más pobre, mientras empresas como Amazon pagan cantidades ridículas". Rendueles subrayó que "un ex director de la Agencia Tributaria hablaba de los impuestos como libertad que se nos hurta". Esta visión responde a una alianza con las élites. "Los impuestos son el cemento de la democracia liberal. La alternativa es el sistema feudal o la colectivización de los medios de producción. La guerra fiscal es una batalla política por la democracia. La justicia fiscal es la condición para recuperar el control de nuestras vidas. Hay que romper las alianzas espúreas montadas por las élites para hacernos creer que estamos en el mismo barco en materia de impuestos", concluyó César Rendueles.
Fernando García, de RidersXDerechos, denuncia que "nos han convencido de que con tecnología y emprendimiento se van a solucionar nuestros problemas. Es una religión, con una neolengua2 que habla de colaboradores en lugar de trabajadores. "Hay acoso sistemático a los que cuestionan , culpabilizando a los que se movilizan, un vaciamiento total de los derechos laborales mientras se pinta una imagen de nómadas aventureros. Esto no es un estilo de vida, es un trabajo", subraya. "¿A este nivel de delirio estamos que hay que pactar que se considere que los trabajadores lo son? Esto es un fascismo tecnológico", denuncia Fernando García, que cuenta quela gestión de su trabajo se hace a través de algoritmos opacos y que el hecho de que los trabajadores ("colaboradores", en esa neolengua) estén dispersos es una estrategia de estas empresas para obstaculizar su organización y sus reivindicaciones de derechos laborales. Cuenta Fernando, además, que muchas licencias se alquilan a personas en situación administrativa irregular, lo que es un fraude. Y acusa a las empresas de fraude masivo. "Veo tal nivel de desconexión entre el discurso de empresas que compran los medios de comunicación y nuestra realidad...", señala. El fraude fiscal a través del IVA y de la Seguridad Social es masivo y sistemático y diseñado desde las propias empresas, denuncia. "Es un desafío a la democracia, un cuestionamiento al Estado". Hay una indiferencia absoluta hacia los trabajadores, son mafias, señala Fernando García. "Han creado sindicatos amarillos" para presionar a favor de la empresa, cuando los trabajadores son autónomos, denuncia Fernando. "Hay que ponerles coto, nos va la democracia en ello", concluye.
Susana Ruiz, compañera de la Plataforma por la Justicia Fiscal y de Oxfam Intermón, retoma la idea de la competencia como forma de funcionamiento de sociedades y países y cuenta que "se ha creado un mantra de la competencia fiscal necesaria entre países para alimentar el funcionamiento del mercado, pero es un agujero por el que se escapan recursos. El sistema fiscal internacional está diseñado hasta el momento para favorecer los intereses de las grandes fortunas y empresas". A modo de ejemplo, Susana Ruiz nos cuenta que a Samsung varios países le ofrecieron grandísimas ventajas fiscales para establecerse allí, y competieron entre sí estos países ofreciendo enormes ventajas. "Luxemburgo atrae más inversiones que Estados Unidos", denuncia para hablar de los paraísos fiscales. "En España el 90% del dinero que llegan a las arcas públicas vienen de los trabajadores, incluso ahora en pandemia. Y los super ricos son un año después mucho más ricos. Todo este modelo resta recursos y niega derechos", resumió. El problema, resalta, es que "nuestro sistema fiscal no está diseñado para economías digitales, las empresas no existen para la Agencia Tributaria porque no están en el territorio. Es una industria tóxica, ha llegado el momento de decidir si queremos cambiar esto", y para eso, subraya, solo es necesario voluntad política. De hecho, recordó que ahora se debate que la empresa pague un mínimo en todos los países en los que operan, porque en esa competencia a la baja en lo fiscal perdemos los ciudadanos. "Ahora hay una oportunidad".
Puedes ver la sesión completa en el vídeo.